La Música para Vivir
Grupo “Ketom” toca instrumentos de material reciclado
El grupo Ketom: Arte y esfuerzo
Un escuadrón de chavalos y chavalas que antes se refugiaban en las esquinas del barrio René Cisneros de Managua, hoy se dan cita en una sola esquina: una esquina de la capilla donde practican e invitan a sus demás amigos del barrio.
La Asociación “Música para Vivir Judit Ribas” ha transformado la conciencia, la cultura y les ha enseñado como hacer música y tocar diferentes instrumentos musicales.
Baldes viejos, barriles y botellas llenas de agua es lo único que necesita esta organización para convertirse en una banda musical que ha sacado a varios jóvenes del vicio de las drogas para meterlo al de la música.
La organización sin ánimo de lucro tiene como misión mejorar las vidas de los niños y jóvenes de Centroamérica y el Caribe a través de la práctica de la música que se encuentra en un barrio capitalino.
Nicaragua no fue la excepción
Lo que podría hacer daño al medio ambiente se convierte en un arma para doblegar al oído y cautivar a los que ven cómo se toca “Managua, linda Managua” o “Nicaragua Mía”. Las canciones se tocan sin marimba, esta es suplantada por un botellófono que suena mejor que cualquier granadillo sólido y es más duradero pues una botella de vidrio puede durar unos 4,000 años en degradarse.
Los sonidos son un relajante y la música un energizaste, por ende, Ketom tiene un amplio repertorio y con tan solo escuchar que estos jóvenes talentosos pueden tocar el “Zancudo Loco” te dará ganas de bailar.
“Música para vivir” es un proyecto en el que se atienden a más de 100 niños y a sus familias, dándoles la oportunidad de aprender música y al mismo tiempo potenciar sus capacidades, y ser cada día mejores y con ganas de salir de un mundo oscuro a un mundo de ensueños.
La idea nació en 2011 de manos de amigos y familiares de Judit Ribas de España, y por el camino se han ido involucrando más personas de España y Nicaragua que comparten la misma visión.
La música como herramienta para cambiar realidades
La música es un arte y una práctica que nos hace descubrir nuestros propios límites y nos ayuda a expresar nuestras emociones.
Mientras el agua, la comida y el cobijo nos hacen mantenernos con salud, la música nos hace vivir de una manera única.
La música puede ser una herramienta para enseñar habilidades esenciales para la vida como: concentración, la independencia, el respeto y la capacidad para solucionar problemas. En el grupo Ketom, el único requisito es vivir en el barrio René Cisneros y querer aprender a tocar algún instrumento no solo reciclado. Aquí también enseñan a los niños a tocar flauta, violín, guitarra y hasta piano.
Cualquier persona puede recibir estos beneficios sin importar el “talento” o las habilidades que tengan y enrumbarse por ese camino de crecimiento personal hasta donde quieran llegar con la ayuda de Ketom.
El René Cisneros es un barrio popular situado en el centro de la ciudad de Managua. Está conformado por 26 manzanas de terreno con una población de aproximadamente 4.000 habitantes, según la Alcaldía de Managua (ALMA).
El barrio se formó en los años 80 como un asentamiento urbano que acogió a personas desplazadas por inundaciones al borde del lago de Managua y también del éxodo rural.
Durante los años 90, el barrio se fue organizando poco a poco: canalizaron las aguas negras, crearon un pozo de agua potable, una cancha de básquet, un puesto médico y una escuela de primaria.
Actualmente, en el barrio hay una situación social muy complicada: familias desestructuradas, hacinamiento en las casas, violencia intrafamiliar, abuso sexual, bajos recursos económicos, alcoholismo y drogadicción, bajo nivel educativo y violencia callejera (pandillas).
Esta situación afecta muy negativamente al desarrollo de los niños y adolescentes, que suman casi la mitad de la población.
Los niños sufren de baja autoestima, carencia de afecto, falta de límites y sobretodo, en su entorno no reciben herramientas para su desarrollo emocional.
Los jóvenes que han crecido en este entorno de pobreza y violencia carecen de expectativas de futuro: están en alto riesgo de exclusión social, de caer en las pandillas y las drogas. Esta situación es la que llevó a Judith Ribas a organizar un espacio donde los niños y adolescentes pudieran desesterarse y liberas sus problemas con la música.
Ribas buscó ofrecerles actividades de música gratuitas todas las tardes de lunes a viernes para alumnos de edades entre 0 y 18 años. Actualmente son más de 100 niños los que participan en este programa de actividades.
Ketom en el 2011 a buscar alternativas para poder hacer música si gastar mucho dinero logrando hacer de los baldes tambores y de las botellas un estilo de marimba jamás antes vistas.
El grupo logró enseñar habilidades musicales básicas para formar una base musical sólida.
Los instrumentos musicales tienen un gran valor adquisitivo en nuestro país y esto llevó al grupo Ketom les da a sus integrantes herramientas para que sean musicalmente independientes.
Involucrar a las familias y la comunidad en el proceso de desarrollo de los niños y adolescentes ha sido de gran ayuda.
Sin embargo, no fue fácil debido a que habían padres que les decían a sus hijos que eso era “una locura” y que sólo iban a ir a perder tiempo. No obstante, ese pensamiento ha ido cambiando. Ketom va logrando éxitos y demostrando que suenan igual o mejor que cualquier otra banda de instrumentos profesionales.
Las clases de música se realizan en grupo y tienen un enfoque práctico. A través de juegos y dinámicas se proporciona a los niños una sensibilización musical para que desarrollen habilidades musicales básicas como son el oído, la entonación, el ritmo, la coordinación, la memoria musical, la creatividad y el lenguaje musical.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Andorra, se interesó en estos chavalos y subvencionó el proyecto Rimas para Vivir, taller de rap, para empoderar a los jóvenes en riesgo de exclusión social en el populoso barrio René Cisneros de Managua, realizado de noviembre de 2015 a febrero de 2016.
“Creo que este proyecto ha hecho lo mas difícil todavía: crear un lugar de encuentro comunitario a través de la música, donde los chicos crecen y se relacionan de forma distinta y comienzan a percibirse como protagonistas de sus vidas”, Lara Ruiz, colaboradora de Música para Vivir.
El Ritmo de Ketom costó que lo aceptarán
Al inicio costó que los jóvenes se “atrevieran” a participar, ya que tenían miedo a ser vistos por la gente del barrio tocando con instrumentos hechos de basura. Unos pocos pioneros empezaron a sonar muy coordinados y eso despertó el interés de más jóvenes.
Desde entonces, el grupo creció mucho y pasó a ser un orgullo para el barrio. En su primer año, Ketom ya tocó en numerosos locales y festivales de la ciudad de Managua como el Centro Cultural Quilombo, la UCA, el Festival Ecológico 2013 y la Marcha Ecológica por Mocorón. También realizó intercambios con los proyectos Rayo de Sol de Matagalpa y el Atelier Favela de Ticuantepe.
Los instrumentos están creados a partir de baldes de pintura y barriles de gasolina. Cada integrante del grupo se responsabiliza del cuidado y mantenimiento de su instrumento reciclado.
Los objetivos didácticos para el grupo Ketom son: Demostrar que se puede hacer música con objetos de nuestro entorno. No se necesitan grandes recursos económicos para tocar música.
Crear un espacio donde los chavalos del barrio puedan conocer nuevas amistades en un ambiente positivo donde se sientan seguros, queridos y respetados. Aprovechar los ensayos para transmitir valores positivos y necesarios para la vida: responsabilidad, puntualidad, respeto, tolerancia, generosidad y solidaridad.
Hacer conciertos fuera del barrio para que los chavalos se sientan valorados y al mismo tiempo conozcan otros proyectos y lugares.
Las Rimas de Ketom
Rimas para Vivir es un proyecto para empoderar a los jóvenes a través del rap y las rimas. Se realizó en el barrio René Cisneros de Managua durante tres meses: de noviembre de 2015 hasta febrero de 2016. En los talleres participaron 16 adolescentes de edades entre 13 y 18 años, todos ellos alumnos del proyecto musical comunitario Música para Vivir.
La idea central del proyecto Rimas para Vivir es que mediante el rap, la expresión verbal rimada y música, los adolescentes conozcan un recurso que les permita hablar de sus inquietudes, temores y realidades.
La adolescencia es una etapa del crecimiento marcada por el cambio, por la investigación, por la pérdida. A través de estos talleres quisieron dar a las jóvenes herramientas para que canalicen las angustias, el descontento y la felicidad, y hacer música hablando de todo lo que impregna su vida.
Como se construye un Botellófono
Un Botellófono es un instrumento fácil de tocar y muy divertido. Su sonido es intenso y agudo. Se puede usar para tocar melodías en un grupo de percusión reciclada. Es como una marimba o un xilófono hecho con botellas, y se puede usar en el aula de música para aprender a tocar melodías.
Sin embargo, como no es de fácil crear un Botellófono, es de fácil integrarse a Ketom y aprender hacer música con lo que tienes a tu alrededor, estos jóvenes han logrado interpretar grandes éxitos musicales nicaragüenses como de artistas extranjeros.
La energía y el amor a lo que hacen ha llevado a estos adolescentes innovadores a que las personas los reconozcan como disciplinados y talentos. Al inicio a Ketom, se le veía únicamente en el barrio pero luego de su primer pres subido a las redes los llevó a que las personas reconozcan su trabajo.
Incluso le pidan sus servicios para eventos ambientales y hasta para cumpleaños y otros tipos de eventos en los cuales ponen a bailar a todos, como cualquier conjunto, banda o grupo musical necesitan ensayar y ser disciplinados para evitar cualquier error en una de sus presentaciones.
Cada quien tiene su instrumento el cual es el que más le gusta o el que le asignaron para que toquen, pero todos los integrantes saben tocar cualquier instrumento. Esto lo hacen para evitar quedar mal en una presentación: Si uno falla, cualquiera puede suplantarlo y seguir la función como si nada pasara. Esto es una de las grandes ventajas que tienen como grupo.
No obstante, sólo porque los instrumentos sean reciclados, significa que no se le dan su mantenimiento, por ende que estos tambores están forrados con cinta adhesiva.
Es algo que no es duradera por su flexibilidad al momento de que las baquetas pegan en ella para sacar el sonido se pone floja y debe de ser cambiada al meno semanalmente para que el sonido sea de calidad. Al igual el botellófono no sólo son las botellas las del sonido, también tiene mucha importancia el tipo de vidrio y la cantidad de agua que estas posean.
Tener a Ketom en una actividad es tener a una nueva compañía reciclada. Detienen a cualquier persona que pase, hacen que saquen sus teléfonos celulares y tomen vídeos por lo sorprendente que es ver como se puede hacer música con baldes, tubos, botellas y barriles.