Interpretando una Sonrisa

La historia de un Café donde trabajan personas sordas

Un Reportaje Multimedia de Alisson Acevedo, Kevin López y Kimberlin López

Las palabras no son necesarias cuando se habla con un lenguaje que va más allá del sonido; una mirada y un gesto, sobre todo una sonrisa, dice mucho a quien logra entender.

Es por esto que el Café de las Sonrisas se diferencia de las demás cafeterías que existen en el país.

“Yo hablo el lenguaje universal”

Fundado en 2012 por el chef español, Antonio Prieto Buñuel, mejor conocido como Tío Antonio, este sitio nació como una opción de trabajo para personas con discapacidad, y busca la inclusión de las mismas en un entorno laboral sin discriminación, además, que les permita desempeñarse de acuerdo a sus habilidades.

“La mejor manera de demostrarlo era con el ejemplo, y decidí abrir un restaurante en donde todos los trabajadores fuesen sordos”, comentó Tío Antonio.“No podíamos fracasar”

Es la primera cafetería en Nicaragua en la que laboran personas sordas con la esperanza de mostrarle a la sociedad que tener discapacidades no te hace “inútil”.

En una entrevista a Inside Managua, Antonio expresó que la idea de crear un espacio diferente en un lugar sobre comercializado surgió a partir de una reunión con empresarios en la que escuchó que su mayor queja es que sus trabajadores se la pasan el día hablando.

El problema con el que se encontraron algunos inversionistas se convirtió en la fortaleza de Tío Antonio y los jóvenes que con él colaboran, quienes lograron romper las barreras de la comunicación.

Un café con historias

Desde su inauguración, el Café de las Sonrisas ha logrado algunos de sus objetivos, entre ellos, ser un lugar al que las personas deseen regresar por el servicio y no por “lástima” hacia los jóvenes que ahí trabajan.

Las historias también forman parte del lugar, el amor ha sido una pieza fundamental en la vida de cada uno de ellos, especialmente la de Tío Antonio, pues su rostro refleja la felicidad y satisfacción de un padre que ha logrado hacer realidad el sueño de sus hijos.

“Hemos tenido alguna cosa bonita, en una ocasión vino un muchacho y preguntó si podíamos enseñarle lenguaje de signos, y en aquella época teníamos clase los sábados. Me dijo que quería aprender porque se había enamorado de una muchacha y no sabía cómo decírselo, me pareció tan tierno que le ayudamos con los signos”.

Lleno de imágenes con fragmentos del Lenguaje de Señas Nicaragüense, colores y murales llamativos, el lugar cuenta por si solo las experiencias de los turistas nacionales y extranjeros que visitan el lugar.

“El mejor trabajo del mundo”

“Al principio era difícil porque no teníamos la experiencia necesaria y no sabíamos cómo lo iban a ver los extranjeros, pero con el tiempo fuimos adquiriendo conocimientos”, expresó Irma Urbina, una joven que inició a trabajar en el Café de las Sonrisas desde que abrió sus puertas al público.

Más que un trabajo, este café se ha convertido en el segundo hogar para cada una de las personas que con una sonrisa esperan para atender a los visitantes del lugar.

“De hamacas a café”

En el mismo sitio se encuentra el Centro Social Tío Antonio, del que forman parte el café y un taller de hamacas con el mismo nombre, este último funciona desde el 2008, y actualmente proporciona ingresos al menos a 30 personas.

Aunque el taller fue gran oportunidad de trabajo durante cuatro años para Rodolfo Sánchez, hoy prefiere estar en el café que le permitió aprender a relacionarse mejor con los demás y le brindó los conocimientos para atender una cafetería.

“Lo que más me gusta es cuando vienen los grupos porque tenemos bastante trabajo y así tengo mayor experiencia”, asegura Rodolfo, quien desea abrir un negocio propio en el futuro.

Un destino para visitar

El Café está ubicado en Granada, a 45 kilómetros de la capital nicaragüense, y su fachada colonial alberga la esperanza de las personas que con una sonrisa dan la bienvenida a miles de turistas nacionales y extranjeros que visitan el lugar.

El Café de las Sonrisas es el ejemplo para aquellos que buscan emprender y contribuir no sólo al desarrollo del país, sino a la inclusión de todos en el ámbito laboral.

Las acciones realizadas por inversionistas extranjeros convierten en tema de discusión que los problemas motores, intelectuales y auditivos, sean una limitante para las oportunidades de trabajo con las que se enfrentan las personas con discapacidad.

Interpretando una Sonrisa
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